Últimamente he leído en redes sociales varias experiencias de trabajadores y trabajadoras sociales sobre lo decepcionante que es la búsqueda de empleo y lo mal reconocida que está esta profesión en el ámbito empresarial, y tengo que decir con cierta preocupación que me estoy empezando a preocupar, valga la redundancia.
Me preocupa ver cómo en muchas ocasiones pasar de tener una mirada y una actitud crítica ante las situaciones (algo fundamental en el Trabajo Social), pasamos a una espiral de negativismo que en mi opinión es muy autodestructiva y que por mi propia experiencia os digo que es difícil salir de ella.
Que hay cosas que están mal por supuesto, que hay cosas que no funcionan también, que encontrar trabajo de esta profesión no es fácil, nadie dijo que lo fuera, ni en esta ni en ninguna otra profesión, ¿o es que no conocéis a arquitectos, economistas, maestros, ingenieros, entre otros, que tienen dificultad para encontrar un primer empleo, o que con la crisis quedaron fuera del mercado laboral y por mucha experiencia que tengan no consiguen reincorporarse en algo relacionado con sus estudios?, seguro que conocéis a varios, pero de ahí a entrar en una espiral pesimista y me atrevo a decir diabólica sobre lo infravalorado que está el Trabajo Social, creo que no facilita para nada para mantener una actitud positiva y proactiva para la búsqueda de empleo, y soy muy consciente de lo que cuesta ser positivo y proactivo cuando una y otra vez lo intentas y no lo consigues.
No se trata de meternos un chute de positivismo “happy flower” y ya está, creo firmemente en que es necesario no conformarse con lo que hay y tener una actitud crítica ante las situaciones, pero ¡cuidado!
¿Cuántas veces pasamos de la mirada crítica al negativismo sin aportar nada constructivo?
Con esto lo que quiero decir es, que es bueno y necesario ser crítico con las situaciones que nos toca vivir, pero lo que también es cierto que si nos pasamos el día poniendo el foco sólo en lo que no funciona, en lo que va mal, en las carencias… es imposible que veamos todos los puntos fuertes y fortalezas que tenemos como personas y como profesionales. Y es que sólo cuando nos apoyamos en nuestros puntos fuertes, poniendo el foco en las cosas positivas que nos pasan día a día, y dejamos de tener el foco en lo negativo y en lo que va mal, sólo entones, encontraremos la energía y motivación necesarias para conseguir nuestros objetivos y para cambiar aquellas cosas que con una mirada y actitud crítica hemos detectado y no deseamos.
Cosas de la vida, que ayer leí un artículo publicado por Javier Espinosa compañero trabajador social hablando precisamente de esto, de cómo cambiando su actitud ha conseguido poner en marcha su proyecto de Trabajo Social, aquí os lo dejo porque merece la pena leerlo y tenerlo como ejemplo El cambio de Actitud
Que cierto es todo lo que comentas! Pero desgraciadamente, no todo el mundo logra superar esa negatividad .
Tengo 39años. Terminé mi diplomatura hace ya 17 años.totalmente ilusionada porque me encantaba para lo que me había formado. Empezó un largo y duro camino buscando empleo relacionado con lo que había superado y logré trabajar en alguna que otra asociación en las que sólo veía cosas que hacían que me planteara abandonar todo porque no me compensaba en ningún sentido. Y desgraciadamente así fue. Me acomodé en un trabajo que no me aportaba nada profesionalmente y donde no me he sentido nunca realizada. Y así se me han pasado los años. Ahora llevo dos años en paro y me entristece enormemente tener que volver al mercado laboral realizando funciones que no sólo no me aportan nada sino que se convierten en una mera obligación sin nada de motivación. Me he planteado la posibilidad del autoempleo pero no tengo experiencia suficiente. De momento creo que voy a reciclarme realizando algún máster pero no tengo la suficiente confianza en mi misma.
Resumiendo, luchar por lo que os apasiona pues si lo abandonais luego será mucho más difícil.
Saludos
Muchas gracias por tu comentario Inmaculada, tu experiencia ilustra muy bien de lo que estamos hablando. Sólo animarte a seguir luchando por lo que te apasiona, reciclarte haciendo un máster o cualquier otra formación más especializada es una muy buena idea que además te va a ayudar a ir recuperando la confianza en tí misma ya verás. Ánimo y fuerzas para elegir tu camino y no decaer. Un saludo. Ana